Trabajaba como policía en la capital y venía cada fin de semana para ser el eterno capitán de los verdes
Luis Arias tiene 40 años. Cumplirá 41 el próximo agosto. Una edad que para cualquiera es la flor de la vida. Incluso para él. Pero a nivel deportivo le ha tocado decir adiós. El pasado martes colgó las botas después de más de 500 partidos con la misma camiseta, la del Campo Lameiro. Él es ya el eterno capitán de un club al que llegó cuando apenas tenía 25 años. Quienes lo conocen dudan de que esta despedida sea definitiva. Porque a Arias le gusta demasiado jugar al fútbol. Y cuando alguien dice eso debe argumentarlo con contenido. A este pontevedrés le sobran los motivos. En cuanto empieza su relato, uno sabe que efectivamente, le va a costar mantener esa promesa de que este verano, por primera vez, será para descansar.